La fotografía es un medio de expresión y como tal debe y puede estar al alcance de todos y todas, por este motivo tratamos el concepto de fotografía inclusiva como una manera de llevar la fotografía a espacios donde, por puro desconocimiento, no estamos aprovechando su potencial.

Si bien por norma nuestras actividades contemplan la inclusión directa, existe una barrera propia del desconocimiento en algunas personas con diversidad funcional, que tiene que ver con el constructo social acerca de sus propias capacidades para crear, en este caso, fotografías. ¿Puede una persona síndrome de Down generar una obra fotográfica de carácter artístico? ¿Puede una persona ciega hacer retratos o generar una narrativa visual a través de la fotografía?

El punto de partida de este taller de fotografía inclusiva es la detección de las capacidades de los participantes, para de este modo favorecer su empoderamiento. Así, cada taller debe planificarse atendiendo al grupo de manera individualizada, generando un espacio de aprendizaje a través de la acción, que permita a las personas que participen encontrar en la fotografía un medio de expresión y creación a través del cual manifestarse ante el mundo.

La metodología de trabajo basada en el proyecto busca ser progresiva y atrayente y gracias a unas dinámicas de grupo donde todas y todos pueden encontrar su espacio de trabajo y aprendizaje, podremos desarrollar un currículo adaptado a cada persona.

De este modo, la técnica fotográfica tendrá su espacio cuando las demanda de las personas que participan en la actividad así lo requiera y quedará en un segundo plano cuando lo que verdaderamente sea relevante se encuentre en otros aspectos de la fotografía.