Periodista por formación y fotógrafo por vocación, cogió una cámara por primera vez en la universidad, en 1995 y fue amor a primera vista. A pesar de que entonces no sería capaz de elaborarlo en palabras, sé que fue la primera vez que me di cuenta de la diferencia entre ver y mirar”.

Nacido en Río de Janeiro, afirma que no hay dudas de que su origen marcó definitivamente su ADN de fotógrafo. “Todo en mi mirada pasa por el color, no puedo imaginar la fotografía sin este componente. Estoy seguro de que es por haber crecido en una ciudad donde los colores son siempre intensos, a veces hasta intoxicantes”.

Vino a Madrid en 2006 y, tras concluir el Máster Internacional en Fotografía Documental de la escuela Efti, superó a cientos de candidatos para el puesto de formador de fotografía en Olympus España –trabajo que le llevó a impartir clases en eventos realizados por la marca, en todo el país, por casi dos años-. Al terminar su etapa en la multinacional nipona, empezó a colaborar con academias de fotografía, a la vez que trabajaba como fotoperiodista freelance y corresponsal de revistas y periódicos brasileños, sin dejar de lado su trabajo personal.

Actualmente, planifica la segunda parte de un proyecto documental sobre las ramificaciones de la religión africana en países colonizados por los portugueses, además de seguir con su primera pasión icónica: los metros. “El metro es especial. Para mí, representa, en una escala más pequeña, la vida en la superficie”. En esta serie ya ha registrado escenas subterráneas en ciudades como Buenos Aires, Nueva York, Montreal, Londres y París.